Baja Visión, Problemas de la Vista con la Edad – Tiempo de lectura de 5 a 7 Minutos

La vista suele empeorar con la edad y es algo que tenemos que asimilar. Un par de gafas bifocales o de lectura suelen ser suficientes, pero si no lo son y su visión empieza a interferir en actividades cotidianas como la lectura o la conducción, es posible que tenga baja visión. Millones de personas padecen baja visión al entrarse en edades adultas, una deficiencia visual crónica que no puede corregirse con gafas, lentes de contacto o tratamientos médicos. De hecho, la baja visión y la ceguera son las principales causas de discapacidad en Estados Unidos.

Un estudio reciente de la OMS muestra que la baja visión y la ceguera se duplicarán con creces en los próximos 30 años, con 2,3 millones de personas ciegas y más de 9,5 millones con baja visión.

Hace unos meses, mi abuela, que tiene 72 años, comenzó a tener dificultades para ver claramente. Siempre había sido muy independiente, le gustaba leer libros, coser y cuidar su jardín. Pero de repente, noté que empezaba a evitar estas actividades. Al principio pensé que simplemente estaba cansada o que no tenía ganas, pero luego me di cuenta de que algo más estaba pasando.

Un día, mientras ayudaba a mi abuela a limpiar la casa, encontré su libro favorito con un marcador en la misma página donde lo había visto la última vez, semanas atrás. Le pregunté por qué no había avanzado en su lectura y, con una mirada triste, me confesó que las letras se le estaban volviendo borrosas y que no podía seguir el texto sin esforzarse demasiado. Fue entonces cuando comprendí lo grave que era el problema.

Fuimos al oftalmólogo y el diagnóstico fue «degeneración macular relacionada con la edad». Aprendí que esta es una condición común en las personas mayores y que puede hacer que las tareas cotidianas sean un verdadero desafío. Ver a mi abuela, una persona tan activa y llena de vida, enfrentarse a estas dificultades me hizo pensar mucho en cómo la visión afecta nuestra calidad de vida.

Desde entonces, he tratado de ayudarla más. Le compré una lupa de mano especial para que pudiera leer mejor y un bastón para que se sienta más segura al caminar. También, instalamos luces más brillantes en la casa y aplicaciones en su tablet que le permiten ampliar los textos.

Esta experiencia me ha hecho valorar la importancia de cuidar nuestros ojos y ser conscientes de los problemas de visión que pueden aparecer con la edad. Espero que al compartir esta historia, otros jóvenes puedan entender mejor las dificultades que enfrentan sus abuelos y se animen a apoyarlos más.

La baja visión es una condición en la que una persona tiene una disminución significativa de la capacidad visual que no se puede corregir completamente con gafas, lentes de contacto, medicamentos o cirugía. Aquí hay algunos signos y métodos para detectar la baja visión:

1. Síntomas visuales: Los síntomas comunes de la baja visión incluyen dificultad para leer, escribir o reconocer caras; visión borrosa o distorsionada; sensibilidad a la luz; visión reducida en condiciones de poca luz; y una sensación de ver «manchas» en el campo visual.
2. Evaluación oftalmológica: Un oftalmólogo o un especialista en baja visión puede realizar una evaluación completa de la visión que incluye pruebas específicas para medir la agudeza visual, el campo visual y la función visual en diferentes condiciones de iluminación.
3. Pruebas de agudeza visual: Estas pruebas evalúan la claridad de la visión a diferentes distancias. Se pueden realizar utilizando una tabla de Snellen, una rejilla de Amsler u otras herramientas especializadas.
4. Pruebas de campo visual: Estas pruebas evalúan la extensión del campo visual y pueden detectar áreas de pérdida de visión periférica. Se realizan utilizando equipos como un campímetro automatizado.
5. Entrevista y evaluación funcional: El médico puede hacer preguntas sobre cómo la pérdida de visión afecta las actividades diarias y realizar evaluaciones específicas de habilidades visuales importantes, como la capacidad para leer, cocinar, conducir y moverse de manera segura en el entorno.
6. Pruebas de contraste: Estas pruebas evalúan la capacidad de distinguir entre diferentes niveles de contraste, lo que puede ser útil para determinar la mejor iluminación y los dispositivos de aumento para mejorar la visión.

Si experimentas síntomas de baja visión o tienes preocupaciones sobre tu visión, es importante programar una cita con un oftalmólogo o un especialista en baja visión para una evaluación completa. El diagnóstico temprano y la intervención adecuada pueden ayudar a maximizar la calidad de vida y la independencia en personas con baja visión.

• A nivel mundial, se estima que aproximadamente 1400 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia visual.
• A nivel mundial, las principales causas de la visión deficiente son los errores de refracción no corregidos y las cataratas.
• La mayoría de las personas con visión deficiente tienen más de 50 años.

Explicaremos qué es la baja visión y por qué es importante obtener ayuda.

La baja visión se refiere a la pérdida parcial de la capacidad visual que no puede ser corregida con gafas, lentes de contacto, medicamentos o cirugía. Es común en personas mayores de 65 años, pero también puede afectar a personas más jóvenes.

La baja visión puede tener varias causas, incluyendo enfermedades oculares como la degeneración macular relacionada con la edad, el glaucoma, la retinopatía diabética y las cataratas. También puede ser causada por enfermedades que afectan el sistema nervioso central, como el accidente cerebrovascular o la enfermedad de Parkinson.

Con el envejecimiento, el sistema visual también experimenta cambios naturales. La pupila se vuelve menos sensible a la luz y los músculos que controlan el enfoque del ojo se debilitan. Además, la retina puede volverse menos sensible y menos capaz de procesar la información visual de manera eficiente.

Es importante recordar que la baja visión no es lo mismo que la ceguera total, ya que las personas con baja visión todavía tienen algo de capacidad visual. Sin embargo, puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona y hacer que las tareas diarias, como leer, conducir o reconocer caras, sean más difíciles o imposibles de realizar. Es por eso que es importante hacerse exámenes de la vista regulares y buscar atención médica si se experimenta una pérdida de visión.

Se tiende a asociar la discapacidad visual con las personas ciegas o casi ciegas, lo cual no es correcto. Hay dos parámetros de definición visual:

• La agudeza visual es la capacidad de distinguir las formas de los objetos a cierta distancia.
• El campo visual es el ángulo que ve el ojo.

Para simplificar, nos centraremos en la agudeza visual porque es el parámetro más común cuando se evalúa a una persona con discapacidad visual. Si tomamos como referencia que una persona con agudeza visual total tiene una visión del 100%, según los parámetros de la OMS, la discapacidad visual moderada o grave o la ceguera se referirían al grupo de personas cuya agudeza visual está entre el 0 y el 29%.

La baja visión engloba entonces las deficiencias visuales moderadas y graves sin llegar a la ceguera.

La baja visión no es lo mismo que necesitar gafas de lectura o bifocales, que son un resultado natural del envejecimiento. La baja visión interfiere en la vida diaria de diversas formas, como tener graves problemas de deslumbramiento, no poder conducir o no reconocer a los amigos y familiares. Las personas con baja visión, que no buscan tratamiento, pueden retraerse o volverse menos activas en un esfuerzo por evitar este tipo de actividades.

Síntomas de Baja Visión

Los síntomas de la baja visión pueden incluir dificultad para leer, reconocer caras, conducir o realizar tareas cotidianas. También puede haber una disminución de la capacidad para ver detalles finos, como letras pequeñas o patrones complejos.

Para diagnosticar la baja visión, un oftalmólogo o un especialista en baja visión puede realizar un examen ocular completo, incluyendo la evaluación de la agudeza visual y la capacidad para ver detalles finos. También pueden realizar pruebas adicionales, como la evaluación de la sensibilidad al contraste y la evaluación de la percepción del color.

El tratamiento de la baja visión depende de la causa subyacente de la afección. En algunos casos, puede ser posible tratar la afección subyacente y mejorar la visión. Por ejemplo, si la causa es una catarata, la cirugía puede restaurar la visión. En otros casos, no se puede curar la causa subyacente, pero se pueden utilizar dispositivos de ayuda para mejorar la visión. Estos pueden incluir lentes especiales, lupas, filtros de contraste y dispositivos de lectura electrónicos. También pueden enseñarse técnicas especiales para mejorar la capacidad para realizar tareas cotidianas.

Es importante abordar la baja visión lo antes posible y trabajar con un oftalmólogo o un especialista en baja visión para encontrar la mejor solución para cada persona. La rehabilitación visual y la terapia ocupacional pueden ayudar a las personas con baja visión a mantener su independencia y mejorar su calidad de vida.

La baja visión está causada por diferentes patologías que pueden estar asociadas a la edad, a un traumatismo o a enfermedades congénitas; es un concepto diferente al de ceguera.

En España, la ceguera legal se define como una agudeza visual igual o inferior a 0,1 (10% de la visión) y un campo visual igual o inferior a 11º en el mejor de los ojos.

Las principales patologías que causan baja visión en los países desarrollados son:

La baja visión está muy asociada a las personas mayores porque las enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular asociada a la edad, el glaucoma y la retinopatía diabética, son las que más frecuentemente la provocan. A los 45 años, menos del 1 por ciento de las personas tienen probabilidades de tener baja visión, pero a los 74 años, esa cifra se eleva a casi el 6 por ciento, y luego al 16 por ciento a los 84 años.

Dicho esto, usted podría tener una enfermedad ocular relacionada con la edad sin ningún síntoma que le cambie la vida durante años, o incluso décadas. Por lo tanto, someterse a exámenes oculares periódicos es extremadamente importante para diagnosticar, gestionar y vivir con una enfermedad ocular progresiva bajo estricta revisión.

Tabla Informativa: Problemas de la Vista Relacionados con la Edad

Los servicios de rehabilitación de baja visión ayudan a mejorar la capacidad visual de millones de personas cada día. Se utiliza una combinación de lentes, iluminación, dispositivos de aumento y ayudas no ópticas para maximizar la función visual y que pueda seguir participando en las actividades diarias.

Hay pruebas que sugieren que recibir servicios de baja visión puede reducir el riesgo de mortalidad. La baja visión puede disminuir el nivel de actividad de una persona y aumentar el riesgo de gestión de la medicación (al no poder leer o reconocer correctamente las etiquetas) y de caídas accidentales, que es una de las principales causas de muerte en personas de 65 años o más.

Con una población que envejece cada vez más y una baja visión que aumenta exponencialmente, es crucial que la gente sepa que hay ayuda disponible que puede ayudar a maximizar su visión y mejorar su calidad de vida.

Existen varias ayudas visuales y tecnologías que pueden mejorar la calidad de vida de las personas con baja visión. Algunas de las más comunes incluyen:

1. Lupas y lentes de aumento: Estas herramientas pueden ayudar a ampliar objetos y texto y mejorar la visión de detalles finos.
2. Filtros de contraste: Estos filtros pueden mejorar la visibilidad de los objetos y el texto, especialmente en situaciones de baja iluminación.
3. Lentes de contacto especiales: Estos lentes pueden ayudar a corregir ciertas afecciones oculares que pueden causar baja visión.
4. Dispositivos de lectura electrónicos: Estos dispositivos pueden ayudar a leer libros, revistas y periódicos mediante la ampliación y mejora del contraste de las letras.
5. Aplicaciones y software de accesibilidad: Estos programas pueden ayudar a ampliar el texto en pantallas de ordenador y dispositivos móviles, así como a mejorar el contraste y la legibilidad del texto.
6. Tecnología de asistencia: Se incluyen relojes con voz, software de reconocimiento de voz, dispositivos de lectura de pantalla, asistentes virtuales como Alexa o Siri y otros dispositivos electrónicos.

Existen varios consejos que pueden ayudar a prevenir o retrasar la pérdida de visión relacionada con la edad, incluyendo:

1. Realizar exámenes de la vista regulares: Es importante visitar a un oftalmólogo regularmente para detectar cualquier problema en los ojos y tratarlos de manera oportuna.
2. Mantener una dieta saludable: Una dieta rica en frutas y verduras, especialmente aquellas que contienen vitaminas C y E, puede ayudar a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad.
3. Controlar la presión arterial y el colesterol: Mantener una presión arterial y niveles de colesterol saludables puede ayudar a prevenir la aterosclerosis y otras enfermedades que pueden afectar la salud ocular.
4. Evitar fumar: Fumar puede aumentar el riesgo de enfermedades oculares y acelerar la pérdida de visión relacionada con la edad.
5. Proteger los ojos del sol: Usar gafas de sol con protección UV y un sombrero de ala ancha puede ayudar a proteger los ojos de los rayos del sol y prevenir la degeneración macular.
6. Realizar pausas regulares durante el trabajo en una computadora: Las personas que trabajan en una computadora durante largas horas pueden beneficiarse de tomar descansos regulares para descansar los ojos y evitar la fatiga ocular.
7. Mantener un peso saludable: El exceso de peso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de diabetes, que puede causar problemas de visión.
8. Realizar ejercicio regularmente: El ejercicio regular como la natación, por ejemplo, puede ayudar a mantener una buena salud ocular y prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad.
9. Evitar el alcohol en exceso: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de enfermedades oculares y acelerar la pérdida de visión relacionada con la edad.