Cuánto Debe Ser el Nivel de Oxígeno en la Sangre – ⏰ Tiempo de lectura de 5 a 7 Minutos

La temporada de resfriados y gripe está a la vuelta de la esquina, lo que significa un aumento de las enfermedades respiratorias y los problemas de respiración. Un área, en particular, en la que los expertos médicos están centrando su atención es el nivel de oxígeno en la sangre, que es una medida de la cantidad de oxígeno que tienes circulando en la sangre.

Cuando este nivel es demasiado bajo, se corre el riesgo de desarrollar hipoxemia, un nivel de oxígeno en sangre inferior a 74 milímetros de mercurio (mmHG) o lo que es lo mismo, menos del 90,6% de saturación. Tener un nivel de oxígeno en sangre por debajo de lo normal también supone un riesgo de desarrollar hipoxia o poco oxígeno en los tejidos. Se trata de dos condiciones diferentes, pero pueden presentar síntomas similares.

Los resultados se suelen dar como niveles de saturación de oxígeno. Un nivel de saturación de oxígeno normal oscila entre el 95 % y el 100 %. Los niveles de saturación pueden ser un poco más bajos y considerarse aceptables si usted tiene una enfermedad pulmonar como EPOC o neumonía.

A continuación se describen los niveles de oxígeno en sangre, los factores que los afectan, lo que se considera normal y cómo aumentar los tuyos. ¿Qué efectos provoca la disminución de oxígeno en la sangre?

El nivel normal de oxígeno en la sangre se mide mediante la saturación de oxígeno arterial (SaO2) o la presión parcial de oxígeno arterial (PaO2), que se expresa como un porcentaje o en milímetros de mercurio (mmHg), respectivamente. Estos valores pueden variar ligeramente dependiendo del laboratorio y el método de medición utilizado, así como de la edad y la salud de la persona. Sin embargo, en general, los rangos normales típicos son los siguientes:

1. Saturación de oxígeno arterial (SaO2): Normalmente, la saturación de oxígeno arterial en sangre arterial debe estar entre el 95% y el 100%. Valores por debajo del 95% pueden indicar hipoxemia, que es una disminución anormal en los niveles de oxígeno en la sangre.
2. Presión parcial de oxígeno arterial (PaO2): En sangre arterial, la presión parcial de oxígeno arterial normalmente está entre 75 y 100 mmHg al nivel del mar. Algunos laboratorios pueden usar rangos ligeramente diferentes.

Es importante tener en cuenta que los valores normales pueden variar en personas con enfermedades respiratorias, cardíacas u otras condiciones médicas. Además, los valores de referencia pueden ajustarse según la altitud, ya que la presión parcial de oxígeno disminuye con la altitud.

Si tienes preocupaciones sobre tus niveles de oxígeno en la sangre o si experimentas síntomas como dificultad para respirar, mareos o confusión, es importante buscar atención médica para una evaluación completa. Un profesional de la salud puede realizar pruebas y evaluar tus síntomas para determinar si tus niveles de oxígeno están dentro del rango normal y, si no es así, identificar y tratar cualquier afección subyacente.

Mantener el nivel de oxígeno en la sangre en un rango normal es fundamental para su salud. Cuando este nivel desciende por debajo del rango normal, es necesaria la atención médica. Los pacientes pueden desarrollar una saturación de oxígeno en sangre de referencia individualizada que, cuando se altera significativamente, puede alertarles para que busquen atención médica.

Los niveles de oxígeno en sangre suelen clasificarse como bajos, normales o altos. Aquí explicamos las diferencias entre los distintos niveles de saturación de oxígeno.

Ya hemos hablado de cuánto debe ser el nivel de oxígeno en la sangre, pero ¿cómo lo medimos?

Para determinar si el nivel de oxígeno en la sangre es demasiado bajo, el médico puede realizar una exploración física, utilizar un pulsioxímetro o tomar una prueba de gases en sangre, que consiste en sacar una muestra de sangre para medir la gasometría arterial.

La pulsioximetría mide los niveles de saturación de oxígeno en sangre. Se suele realizar en un entorno médico, como la consulta del médico o el hospital, pero también se puede medir en casa. Este procedimiento se lleva a cabo con un pulsioxímetro, un pequeño dispositivo que se puede enganchar en la yema del dedo o en otras partes del cuerpo, como el lóbulo de la oreja o el dedo del pie.

Un pulsioxímetro funciona emitiendo luz infrarroja en los capilares del dedo u otra parte del cuerpo para medir la cantidad de oxígeno que se une a los glóbulos rojos. El dispositivo mide la cantidad de luz que se refleja en los gases, determinando la medida de saturación de oxígeno o nivel de SpO2. Además, un pulsioxímetro también puede medir su frecuencia cardíaca.

Aunque la mayoría de las personas no necesitarán medir los niveles de saturación de oxígeno, es posible que tu médico tenga dudas sobre los niveles bajos de oxígeno en sangre y te pida que los controles en casa con un pulsioxímetro. Puedes compartir las lecturas con tu médico, que puede utilizarlas para controlar afecciones pulmonares graves como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Para saber cuánto debe ser el nivel de oxígeno en la sangre se utilizan los pulxioxímetros, ¿son confiables los resultados que dan?

Existen diferentes calidades de pulsioxímetros, que van desde los dispositivos de prescripción que han recibido la aprobación médica hasta los dispositivos de venta libre que no han sido evaluados en cuanto a sensibilidad, precisión o eficacia. De hecho, algunos dispositivos de venta libre pueden tener una desviación de más de seis puntos y la precisión disminuye cuando los niveles de oxígeno en sangre son más bajos. La precisión de un pulsioxímetro puede variar en función de lo siguiente:

• Mala circulación.
• Pigmentación de la piel.
• Grosor de la piel.
• Temperatura de la piel.
• Consumo actual de tabaco (o vaping).
• Uso de esmalte de uñas.
• Movimiento.
• Colocación del dispositivo (dedos de las manos o de los pies).

Es importante que no confíes únicamente en un pulsioxímetro para evaluar tu estado de salud o tu nivel de oxígeno. Cuando utilices un dispositivo de pulsioximetría, se recomienda que lo hagas consultando a tu médico.

Los niveles de oxígeno en sangre pueden fluctuar en función de varios factores diferentes, como las enfermedades crónicas, las alturas o las enfermedades temporales. Algunos de los factores de riesgo o causas más comunes de los niveles bajos de oxígeno en sangre son:

• Cambios de altitud, especialmente a gran altura.
• Apnea del sueño.
• Fibrosis pulmonar.
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), como enfisema o bronquitis crónica.
• Asma.
• Inhalación de monóxido de carbono.
• Afecciones cardíacas como las cardiopatías congénitas.
• Anemia.
• Ciertos medicamentos que deprimen la respiración.
• Embolia pulmonar.
• Síndrome de dificultad respiratoria aguda.

La neumonía es una infección que también puede causar inflamación en los sacos de aire en uno o ambos pulmones, también resulta en la acumulación de líquido que eventualmente puede conducir a la hipoxemia. Si tienes una neumonía que sea lo suficientemente grave como para causar niveles más bajos de oxígeno, por lo general eres ingresado en el hospital para un estrecho seguimiento y tratamiento.

Ahora que tenemos claro cuánto debe ser el nivel de oxígeno en la sangre, debemos conocer los síntomas de la falta de oxígeno en la sangre.

Aunque la mayoría de las personas muestran algunos signos de niveles bajos de oxígeno en la sangre, algunas sólo pueden saber que su nivel de oxígeno en la sangre es bajo al tomar una lectura del oxímetro de pulso o al visitar a su médico. Existen algunas banderas rojas o síntomas comunes a los que hay que prestar atención, como por ejemplo:

• Falta de aliento.
• Dificultad para respirar.
• Color azulado en los labios, la cara o las uñas.
• Dolor u opresión en el pecho.
• Dolor de cabeza.
• Inquietud y malestar.
• Sensación de fatalidad inminente.
• Pulso acelerado.
• Confusión.
• Presión arterial alta (hipertensión).
• Tos que empeora.

Lo más importante es ser consciente de los síntomas y saber cuándo buscar ayuda médica. Si tienes fiebre o tos persistentes, dolor en el pecho, tos con pus o dificultad para respirar, son señales de que debes acudir al médico. También hay que tener siempre presente que los adultos mayores, los niños pequeños y las personas con sistemas inmunitarios debilitados se consideran de alto riesgo, por lo que siempre es importante estar atento a los síntomas.

Si estás bajo el cuidado de un médico y te hace controlar los niveles de oxígeno en sangre en casa, asegúrate de anotar la gravedad de los síntomas. Si empeoran o los niveles de oxígeno en sangre son inferiores al 89%, llama a tu médico o a urgencias inmediatamente. Si los niveles de oxígeno en sangre son superiores al 90%, pero inferiores al 95%, llama a tu médico para concertar una cita. Además, si la falta de aire aparece repentinamente o interfiere con tu capacidad de funcionamiento (especialmente si va acompañada de un ritmo cardíaco rápido, tos y retención de líquidos) es el momento de buscar atención de urgencia.

Ya sabemos cuánto debe ser el nivel de oxígeno en la sangre, ahora vamos a explicar qué hacer si ese nivel es más bajo de lo normal.

Un nivel bajo de oxígeno en sangre es una afección grave que requiere atención y tratamiento médico inmediato. La buena noticia es que hay varias medidas que puedes tomar para mantener los niveles de oxígeno en sangre en un rango óptimo.

En primer lugar, deberás establecer un nivel de oxígeno en sangre de referencia para evaluar cualquier disminución anormal. Este es la mejor medida para los pacientes que buscan ser proactivos en el monitoreo de eventos adversos graves.

En el caso de los pacientes sin ninguna afección pulmonar crónica previa, el control de la saturación de oxígeno en sangre en reposo y con esfuerzo para evaluar los niveles inferiores al 95% es esencial para promover mejores resultados. Estos son algunos consejos que recomendamos para aumentar los niveles de oxígeno en sangre:

Siempre es una buena idea obtener el visto bueno de tu equipo sanitario antes de comenzar una nueva rutina o programa de ejercicios, especialmente si estás recibiendo tratamiento por niveles bajos de oxígeno en sangre.

¡Hola a todos! Hoy quiero compartir una historia sobre mi experiencia aprendiendo cuánto debe ser el nivel de oxígeno en la sangre y por qué es tan importante. Todo comenzó hace unos meses, cuando mi abuelo empezó a sentirse mal. Notaba que se cansaba mucho más rápido de lo normal y que le costaba respirar, incluso después de actividades sencillas como caminar hasta la tienda de la esquina.

Preocupados, mis padres lo llevaron al médico. Después de algunas pruebas, el doctor nos explicó que los niveles de oxígeno en la sangre de mi abuelo estaban más bajos de lo que deberían. Nos dijo que el nivel normal de oxígeno en la sangre debe estar entre el 95% y el 100%. Mi abuelo tenía un nivel de oxígeno del 88%, lo que no era nada bueno.

El médico le explicó a mi abuelo que los niveles bajos de oxígeno pueden ser causados por varias razones, como problemas pulmonares o cardíacos. También nos dijo que un nivel de oxígeno bajo puede hacer que te sientas cansado, mareado y con dificultad para respirar, justo como le estaba pasando a mi abuelo.

Para ayudarlo a mejorar, el doctor le recomendó usar un oxímetro de pulso en casa. Es un pequeño dispositivo que se coloca en el dedo y mide el nivel de oxígeno en la sangre. Nos mostró cómo usarlo y cómo interpretar los resultados. Al principio, nos asustaba un poco tener que estar pendientes de esto todo el tiempo, pero pronto nos acostumbramos y nos dimos cuenta de lo útil que era.

Además, el doctor le recetó a mi abuelo un suplemento de oxígeno y algunos ejercicios de respiración para fortalecer sus pulmones. Poco a poco, con el tratamiento adecuado y mucha paciencia, mi abuelo empezó a sentirse mejor. Su nivel de oxígeno en la sangre subió a un rango más saludable y su energía volvió.

Lo que aprendí de esta experiencia es lo importante que es mantener un nivel adecuado de oxígeno en la sangre para nuestra salud general. Es algo que no siempre pensamos, pero que puede tener un gran impacto en cómo nos sentimos y en nuestra capacidad para realizar actividades diarias.

Espero que mi historia pueda ser útil para quienes estén interesados en aprender más sobre este tema. Recordemos siempre la importancia de cuidar nuestra salud y de prestar atención a las señales que nos da nuestro cuerpo. ¡Gracias por leer y cuídense mucho!